Con cámaras y software de reconocimiento facial, así como otros indicadores biométricos, los fabricantes de vehículos buscan personalizar la experiencia de manejo con autos que automáticamente te devuelven la mirada, ajustan los asientos y los modos de manejo. Incluso, podrán anticiparse a lo que quieres y deseas al tocar tu música favorita tomando en cuenta tu estado de ánimo. No se trata solo de comodidad, sino también de la posibilidad de mejorar la seguridad en todos los sentidos.“No se trata sólo de personalización”, dijo Zachary Bolton, un ingeniero en tecnología y sistemas en Continental Automotive Group, al explicar la sofisticación de dichos sistemas. “Podemos usar el brillo, el parpadeo de los ojos, para determinar con precisión en qué dirección estás mirando”. Así es como los ingenieros pueden ajustar dinámicamente la llamada interfaz hombre-máquina, añadiendo información clave –sobre, digamos, si hay un vehículo detenido más adelante o que estás a punto de exceder el límite de velocidad– directamente en el campo visual del tablero del conductor o en una pantalla sobre el parabrisas. A la inversa, al rastrear los movimientos del ojo hacia abajo, el auto puede “ver” que el conductor se distrae y emitir una alarma.