Personas que han perdido familiares durante la pandemia de COVID-19 han dicho que sus seres queridos han regresado a despedirse a través de señales, como apariciones en sueños, y otras fuertes como ver el espíritu a los pies de su cama.
En Estados Unidos han muerto más de 600,000 personas como resultado del COVID-19, según datos de la Universidad Johns Hopkins.
Muchos de los familiares de quienes fallecieron no estuvieron en sus últimos momentos por el riesgo de contagio, así que mucha gente murió sola.
Hay quienes aseguran que se les ha concedido una segunda oportunidad de despedirse y creen que fueron contactados por su ser querido desde el más allá.
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Según el reporte de CNN, las señales que han identificado van desde las más sutiles como apariciones en sueños, el olor repentino de la fragancia favorita del familiar difunto o comportamientos inusuales de animales.
Otras experiencias son más conmovedoras, tales como un toque en el hombro por la noche, escuchar una advertencia de su ser querido o ver su fantasma.
Sin embargo, este patrón no es algo raro. Según el artículo, cada que ocurre una tragedia masiva como una guerra, desastre natural, acto terrorista o, como en este caso, una pandemia, aumentan los informes de personas que ven a los muertos o intentan contactarlos.
Tras los atentados del 11 de septiembre de 2001 hubo un incremento de personas que afirmaron haber visto el fantasma de algunas de las víctimas. Tras el tsunami de Japón en 2011, muchos habitantes de Ishinomaki dijeron que vieron los espíritus de sus seres queridos deambulando por la ciudad.
El investigador Scott Janssen, citado en el reporte, comentó que este tipo de informaciones son normales cuando hay tragedias que tienen un impacto masivo debido al dolor y trauma compartido. Incluso se les ha puesto un nombre: ADC (After Death Comunications).
Según el informe, alrededor de 60 millones de estadounidenses han tenido estas experiencias y se producen en todas las culturas, creencias religiosas, etnias y niveles socioeconómicos.