Aplicar protector solar es un hábito que deberíamos tener, porque previene el envejecimiento anticipado y las manchas en la piel. El uso del protector solar se recomienda a partir de los 6 meses de edad con una frecuencia de 3 veces al día, y en personas que tengan exposición constante al sol por ejemplo en lugares como las playas, piscinas, deporte al aire libre o personas que permanezcan frente a pantallas de dispositivos digitales, se recomienda usar cada 3 o 4 horas al día.
Se recomienda protectores con SPF (factor de protección solar) por encima de 30 con protección rayos UVA los cuales se encuentran en la luz visible, infrarrojos, luz azul y las pantallas digitales de computadores, celulares y tabletas.
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¿Cómo elegir un buen protector solar?
Toma en cuenta lo siguiente: tu tipo de piel, zona a tratar, edad y necesidad; con esas características encuentra el protector solar adecuado para su piel.
Si tu tipo de piel es seca usa un protector solar con una presentación en crema o emulsión que ayude a hidratar. Si, por el contrario, tu tipo de piel es grasa, usa un protector solar en gel o fluidos que disminuyan la aparición de acné. En el caso de los niños se debe usar un protector solar indicado para su edad, ya que sus componentes son hipo alergénicos y basados en pantallas orgánicas que disminuye la absorción, en caso de los adolescentes se sugiere un protector solar de adulto en gel.
Al usar correctamente el protector solar se previene aparición de manchas, pecas, lunares y líneas de expresión, además de evitar el cáncer de piel que está demostrado es provocado por la luz, ya sea solar o artificial.
Recomendaciones importantes:
Si te vas a exponer al sol, aplícate el protector solar 30 minutos antes, repite la aplicación cada 2 o 4 horas o mejor aún sigue las instrucciones que vienen en la botella.
Al hacer ejercicio al aire libre, recuerda usar el protector solar.
Recuerda aplicar protector solar en las orejas, labios, entorno de ojos, cuello y manos.
Es importante aclarar que los bronceadores no te protegen, por el contrario, sensibilizan más la piel a la acción de los rayos UV, por lo que se recomienda acompañarlo con protector solar.
Si hay enrojecimiento, ardor o dolor en la piel después de la exposición al sol sin protección, no te auto medique, consulta al médico.
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